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La Habana Vieja, allá por los años 50 existía un museo que guardaba reliquias de José
Martí, un lugar pequeño y acogedor, editaba una revista con el mismo nombre del lugar:
"La Flor Martiana". El encargado del recinto y de todas sus actividades era Ernesto Mercado (hijo). Dulce y suave en el hablar, se emocionaba cuando describía sus recuerdos infantiles asociados con "el maestro", forma en que se refería al apostol de la libertad de Cuba. El señor Mercado mantenía en su oficina un retrato de la hermana y supuesta hija de José Marti; Beatriz Mercado. |